Una noche memorable en el museo Balenciaga

La marca barcelonesa Simorra y la vasca SKFK reflejan con desfiles retrospectivos cómo han evolucionado hasta convertirse en puntos de referencia en el mundo de la moda.

--> Laura Carrasco Lasa

Cada jueves durante los distintos episodios de San Sebastián Moda Festival, toda la industria de la moda dirige su atención hacia el Museo Balenciaga de Getaria, con la certeza de que algo extraordinario está por suceder. No es sólo curiosidad, sino convicción de que cada vez que la pasarela de la Casa del Maestro se engalana, estamos ante una velada que quedará grabada en la memoria.

Esto mismo sucedió el jueves 2 de mayo, la marca catalana Simorra y SKFK brindaron a los asistentes, un Balenciaga lleno y también a quienes siguieron online la pasarela, dos desfiles retrospectivos de un valor invaluable, que reafirman, una vez más, la posición destacada de SSMF en el panorama de la moda a nivel nacional. 

Ambas marcas seleccionaron Getaria para conmemorar sus aniversarios. Simorra celebra 45 años y, después de triunfar en la MBFW Madrid llevada a cabo en febrero con su propuesta otoño/invierno 24-25 'The memory of time', y en la 080 Barcelona Fashion con la presentación de la colección estival 'The art of Braiding' hace un mes, lo hizo este jueves en Balenciaga con un desfile que reflejó la evolución de la marca en este período, especialmente concebido para esta ocasión.

En el caso de SKFK, es la firma vasca con mayor proyección internacional junto con Ternua. Este destaca por su estilo distintivo logrado mediante la fusión de arte y diseño, pero siempre apostando por una moda sostenible, ética y respetuosa con el medio ambiente. Estandarte del movimiento ‘slow fashion’, invitó a los asistentes a retroceder 25 años en el tiempo atrás a través de sus atuendos y una producción audiovisual especialmente concebida para está ocasión. 

A través de 50 looks emblemáticos, seleccionados de entre más de 15.000 diseños y abarcando todas las colecciones lanzadas en los últimos 25 años, se dejó claro que cada creación es concebida como una obra de arte. En SKFK, buscan la perdurabilidad de sus creaciones, cautivando a quien las usa para que nunca pasen de moda, y en el museo Balenciaga de Getaria se evidenció cómo está marca posee un estilo único y altamente reconocible.   

Con un enfoque completamente distinto, Simorra también dejó su huella en la pasarela de Balenciaga. En este caso, lo hizo destacando la singularidad y la excepcionalidad a través de un desfile retrospectivo que narró los 45 años de historia de la firma. Fundada por Javier Simorra, hijo de un destacado modisto de la alta sociedad barcelonesa, la marca comenzó con colecciones de camisas de una confección exquisita. Con la incorporación de la familia Dimas, con una larga trayectoria en el mundo textil, evolucionó hacia lo que es en la actualidad: una marca completamente adaptada al siglo XXI. En este jueves particular, ambas etapas se encontraron sobre la pasarela de manera excepcional.